OBEDIENCIA A LA AUTORIDAD
STANLEY MILGRAM

Editorial Desclee de Brouwer, 1980

Portada del Libro

Este libro lo he conocido a raíz de la película Experimenter: La historia de Stanley Milgram del año 2015, dirigida por Michael Almereyda e interpretada por Peter Sarsgaard y Winona Ryder. Supe que el propio Milgram redactó un libro sobre dicho experimento y he tenido la suerte de encontrárlo en la biblioteca pública. De nuevo doy mil gracias a todas las personas que han luchado y siguen luchando por los servicios públicos, como las bibliotecas, para poner al alcance de cualquier persona todo el conocimiento que encierran estas obras.

La idea del experimento surge en los años 60 a raíz de la detención de Adolf Eichmann, principal artífice de la Solución Final contra el pueblo judío, juzgado y condenado en Israel por crímenes de guerra y que en su defensa alegó que solo cumplía ordenes. La complicidad del pueblo alemán con las atrocidades cometidas por el régimen nazi hizo preguntarse a Milgram si cualquier persona, indistintamente del país de origen, pudiera llegar a actuar de igual manera. De ahí el experimento que realiza para averiguar la obediencia del ser humano ante cualquier autoridad. Los resultados son escalofriantes y preocupantes ya que demuestra, que aunque tengamos formada una determinada personalidad, ésta es cambiante según las fuerzas del entorno, por lo que seríamos capaces de cometer auténticas atrocidades aunque nos creamos santos.

La propia experiencia en mi vida me hace afirmar que somos muy manipulables. Si desde pequeños no tenemos una orientación positiva no tenderemos a desarrollar nuestras aptitudes ni a reflexionar sobre nada, insertandonos en cada uno de los eslabones de la estructura social y aceptándolo todo, con la gracia añadida de creernos libres en nuestros actos cuando éstos ya están bien definidos por aspectos como la educación o tradición. Pero hay que reconocer que se está mejor al abrigo del rebaño, siendo aceptado y hablando siempre de temas sencillos como el fútbol o la telenovela, así como evitar importunar en ciertos actos solemnes. Recuerdo una vez, en la misa de un familiar fallecido, que al parecerme una tontería esto de levantarse y sentarse tantas veces con las instrucciones del párroco, decidí permanecer sentado. Tuve que realizar un esfuerzo importante porque me sentía muy incómodo al realizar algo distinto a lo que todos estaban realizando, fuera razonable o no.

El film Experimenter: La historia de Stanley Milgram está basado en este libro

Es difícil adquirir razonamientos propios y mantenerlos ante situaciones incómodas si no hemos tenido la suerte de contar desde pequeños con algún tipo de apoyo que nos ayude a desarrollar tanto nuestra reflexión como la autoestima para defenderla. De otra manera tenderemos a seguir creyendo en los reyes magos hasta los dieciocho años. La mejor manera debería partir del propio estado, ya que tiene que ser el centro neurálgico donde acabe todo conocimiento desarrollado por cada ciudadano para luego extenderlo a toda la ciudadanía y así perfeccionarla. El problema está en que los estados son el mismo problema, y convertir a las personas en seres inteligentes sería la perdición de los que hoy lo controlan, que solo buscan el beneficio económico propio. No toda la clase política es igual, por supuesto, pero parece que mientras sigamos así de manejables nunca tendremos un porcentaje adecuado de cordura y sensatez como para establecer un estado de cosas distinto.

El buen razonamiento te separa del malo, y si este último lo lleva incrustado todo un pueblo en sus costumbres y tradiciones nos iremos alejando poco a poco de ese pueblo sintiéndonos mas cercanos a una comunidad internacional con pensamientos similares antes que a la región donde nacimos. Ciudadanos del mundo, que le llaman. Por ejemplo, soy sevillano y esta ciudad, demasiado mariana, lleva a cuestas una cultura religiosa que no desaparece con el tiempo, al contrario, se sigue desarrollando y ampliándose a cada nuevo barrio con nuevas hermandades procesionales. Sólo reflexionando sobre el comportamiento humano podemos entender como en el inicio de este siglo veintiuno aún se mantienen costumbres religiosas de siglos demasiado pasados. Otra cultura es la llamada fiesta de los toros e incluso la de la bebida, sin mencionar otras típicas como el fútbol. Y por supuesto la más importante, la aceptación de un modelo de sociedad tan destructiva en tantos aspectos.

La personificación mas negativa del actual sistema son entidades como los bancos, y aunque le echemos la culpa de sus actuaciones a su dirección, son entidades que aún precisan de mano de obra no relacionada directamente con su función, pero que dejarían de funcionar si no disponen de ella. Informáticos, pintores, muebles, electricistas, agentes de seguridad, limpiadoras, etc, son personas que aunque sepan que la entidad para la que trabajan está vendiendo un producto tóxico a clientes que dejarán en la ruina, no dejarán de desarrollar su trabajo y callarán colaborando con ella. Es como yo lo entiendo desde hace bastante tiempo, por lo que el experimento de Milgram lo que hace es volar mas alto, buscando el estudio del comportamiento humano en situaciones como el nazismo, sin tener en cuenta aspectos mas sencillos como el que he mostrado.

Noticia sobre la detención de Adolf Eichmann

Casualmente se estrenó en 2015 el film "El Caso Fritz Bauer" argumentado también en la figura de Adolf Eichmann y muestra las dificultades que tuvo el Fiscal General Alemán Fritz Bauer para detener al dirigente nazi, ¿por qué? porque aún tras pasar por la experiencia de la segunda guerra mundial, el pueblo alemán seguía manteniendo un estado sumiso de silencio ante personajes relevantes en la escena política alemana relacionados aún con el nazismo. Bauer se negaba a olvidar los crímenes cometidos por los nazis pero al no encontrar el apoyo necesario de su gobierno y corriendo el peligro de ser denunciado por traición, tuvo que ponerse en contacto a escondidas con el Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales de Israel (Mosad) para poder efectuar la detención de Adolf Eichmann encontrado en Argentina, por lo que finalmente fue enjuiciado no en Alemania sino en Israel. Fue sentenciado y ejecutado en la horca en mayo de 1962. Sus últimas palabras fueron:

"Tuve que obedecer las reglas de la guerra y las de mi bandera. Estoy listo"

Es difícil no acabar actuando de igual manera al que lo hacen todos, pero a mi favor debo decir que pasé por una época en que me detuve, me bajé del carro, y me senté al borde del camino, a contemplarlo, y no me gustó nada su recorrido. Por algo se empieza.

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EXTRACTOS DEL LIBRO
Acabado de leer el 22 de septiembre de 2016.

La persona que siente, por convicción interna, repugnancia por el robo, o por el crimen, o por una agresión cualquiera, puede de hecho llevar a cabo todas estas acciones con una relativa facilidad, una vez que le son ordenadas por la autoridad. Un tipo de conducta inconcebible en quien obra por propia cuenta, pueden ofrecer dificultad alguna cuando se trata de algo que se lleva a cabo por orden de otro. (pág. 9)

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A lo largo de una década y posiblemente más, una propaganda antijudia extrema fue preparando de manera sistemática a la población alemana a que aceptara la destrucción de los judíos. Paso a paso se vieron estos excluidos de la categoría de ciudadanos y connacionales, y finalmente se les negó el estatuto de seres humanos. Una devaluación sistemática de la víctima nos otorga una medida de justificación psicológica del tratamiento brutal de la víctima, y ha constituido siempre el acompañamiento de matanzas, "pogroms", y guerras. Con toda probabilidad, nuestro sujetos hubieran experimentado una mayor facilidad provocando descargas sobre una víctima, que les hubiera sido descrita como un criminal brutal o un perverso. (pág. 22)

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... es sicológicamente fácil descargar de uno mismo la responsabilidad cuando no pasa de ser un eslabón intermedio dentro de la cadena de una acción perversa, hallándose alejado de las últimas consecuencias de la acción. El mismo Eichman se sentía enfermo cuando visitaba los campos de concentración, pero, para participar en un asesinato en masa, no tenía más que sentarse frente a su mesa de trabajo y bajar documentos. (pág. 23)

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La función manifiesta de permitir que a la víctima de un pelotón de ejecución se le cubran los ojos es ciertamente la de hacer menos doloroso este hecho para la misma, pero puede asimismo tener la función implícita de reducir la tensión de los componentes del pelotón. (pág. 46)

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Stanley Milgram

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Los experimentos que hasta ahora hemos descrito fueron llevados a cabo en la Universidad de Yale... observaban no pocos participantes que tanto el local como el padrina 5 del estudio les otorgaban confianza en la integridad, competencia y rectitud de propósitos del personal. Indicaban asimismo varios de ellos que no hubieran administrado descargar una a la pendiente, caso de que los experimentos se hubieran sido llevados a cabo en otro lugar. (pág. 71)

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... los individuos actúan como lo hacen por tres razones principales: Son portadores de determinadas normas generales de comportamiento, que han hecho suyas; reaccionan vivamente a las sanciones que les pueden ser impuestas por la autoridad; y finalmente, reaccionan a las sanciones que posiblemente les puedan ser aplicadas por el grupo. (pág. 117)

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... hemos podido comprobar un nivel preocupante de obediencia a las órdenes. Con una regularidad paralizante veíamos que las mejores personas se sometían a las exigencias de la autoridad y realizaban acciones crueles e inexorables. Personas que en su vida cotidiana son responsables y honradas, quedaban seducidas por la trampa de la autoridad... (pág. 119)

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¿Cómo puede suceder que una persona que habitualmente es moral y cortés, actúe tan severamente contra otra persona dentro del experimento? Lo hace porque la conciencia, que regula la acción impulsiva agresiva se ve forzosamente disminuida en el momento en que entra en una estructura jerárquica. (pág. 126)

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Los primeros veinte años de vida de un joven son vividos funcionando él como un elemento subordinado en un sistema de autoridad, y una vez que deja la escuela, el varón pasa normalmente bien sea a un oficio viril o al servicio militar. En su trabajo va aprendiendo que, aun cuando se permite un cierto grado de disenso discretamente expresado, se requiere, no obstante, para un funcionamiento armónico con los superiores, una postura de base de su misión. (pág. 130)

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Film basado en el libro: Experimenter La historia de Stanley Milgram. Trailer

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Pongamos por ejemplo a un individuo que en su vida cotidiana es amable y simpático. Ni siquiera en sus momentos más difíciles comienza a golpear a quienes le han podido hacer daño. Sintiendo que tiene que golpear a un niño por sus travesuras, se le hace no obstante desagradable cumplir con semejante cometido; llega al caso de que incluso se le paralizan los músculos de sus brazos y que deja de lado su tarea. Y sin embargo, cuando es llamado al servicio militar y se le ordena que arroja bombas sobre la población civil, lo hace. (pág. 138)

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Desde un punto de vista puramente cuantitativo, es más perverso matar a diez mil personas disparando obuses sobre una ciudad, que matar a un solo hombre aporreandolo con una piedra, y sin embargo, esta última acción es con mucho más difícil desde el punto de vista sicológico. La distancia, el tiempo, las barreras físicas neutralizan el sentido moral. (pág. 148)

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Aún cuando las tendencias agresivas son parte y porción de la naturaleza humana, apenas si tienen nada que ver con el comportamiento observado en el experimento. Como tienen asimismo poco que ver con la obediencia destructiva de los soldados en la guerra, con los bombarderos que matan a miles en una única misión o con el rodear de napalm un pueblo vietnamita. El soldado corriente mata porque se le dice que mate, y considera deber suyo el obedecer las órdenes que recibe. El acto de administrar descargas a la víctima no tiene su origen en tendencias destructivas, sino en el hecho de que los sujetos han llegado a integrarse en una estructura social de la que son incapaces de liberarse. (pág. 156)

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Algunos críticos han tratado de rechazar los resultados afirmando que este comportamiento se haya legitimado por el experimentador, como si esto lo hiciese menos importante. Ahora bien, el comportamiento sea ya legitimado en todo otro ejemplo, socialmente significativos, de obediencia, trátese de la obediencia de un soldado, de la de un empleado, o de la de un verdugo en una cárcel estatal. Precisamente es una comprensión del comportamiento dentro de semejantes jerarquías lo que prueba esta investigación. Fin de cuentas, Eichmann se hallaba insertado en una organización social legítima, y desde su punto de vista no dejaba de ser honrada la tarea que estaba realizando. Con otras palabras, esta investigación trata de la obediencia, no del oprimido que se ve coaccionado a someterse bajo pena de un castigo brutal, sino de la de aquellos que se someten voluntariamente porque la sociedad les otorga un papel y ven la motivación de vivir según las exigencias de aquel. (pág. 164)

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Stanley Milgram

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... las exigencias de la autoridad constituida de forma democrática pueden también entrar en conflicto con la conciencia. La importación y esclavitud de millones de negros, la destrucción de la población india americana, el internamiento de la población americana de origen japonés, el uso del napalm contra civiles en el Vietnam, son otras tantas medidas políticas que tuvieron su origen en la autoridad de una nación democrática, medidas a las que se respondió con la obediencia que no podía menos de esperarse.

Siempre me ha asombrado el hecho de que, cuando voy a dar conferencias sobre los experimentos de la obediencia, en diversas universidades a todo lo largo de nuestra nación, me he encontrado con jóvenes que se mostraban estupefactos ante el comportamiento de los sujetos de mi experimento, y proclamaban que jamás se habían de conducir de semejante manera, y que sin embargo, en cuestión de meses, eran llamado a filas y realizaban sin remordimiento alguno opciones que dejarían pálida la administración de descargas a la víctima. En este sentido no son ni mejores ni peores que los seres humanos de cualquier otra época, que se prestaban a sí mismo para los propósitos de la autoridad, y se convertían en instrumentos de sus procesos destructores. (pág. 167)

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El catálogo de acciones inhumanas perpetradas por el americano corriente en el conflicto del Vietnam es excesivamente largo... Bástenos con referir que nuestros soldados quemaron de manera rutinaria aldehuelas, tomaron parte en una política de "zona de juego libre", hicieron uso en gran medida del napalm, utilizaron la tecnología más avanzada contra un ejército primitivo, quemaron grandes extensiones de bosque, forzaron la evacuación de enfermos y ancianos con fines de conveniencia militar, y mataron atrozmente a cientos de civiles indefensos... acciones llevadas a cabo por personas como nosotros, que habían sido transformadas por la autoridad hasta el punto de abandonar todo sentido de responsabilidad individual por sus acciones. ¿Como puede suceder que una persona honrada pueda hallarse a sí misma en el transcurso de unos meses matando a otras personas, sin limitación alguna impuesta por su conciencia?

... Se pasa un periodo de varias semanas en un entrenamiento básico. Aun cuando su propósito aparente sea el de poner en manos del recluta la necesaria preparación militar, su finalidad fundamental es la de quebrar todo residuo de individualismo y personalidad... Las horas que se pasan en el campo de ejercicio no tienen como fin esencial el enseñar al soldado a qué desfile de manera perfecta. Su fin es la disciplina, y dar una forma visible a la inmersión del individuo en un modo de organización. Pronto se moverán como un solo hombre columnas y pelotones... Semejantes formaciones constan, no de individuos, sino de autómatas.

Dentro ya de la zona de guerra comienza a dominar nuevas realidades; el soldado se enfrenta ahora a un adversario entrenado e indoctrinado con idénticos medios. Todas desorganización en las líneas propias del soldado constituye un peligro para su unidad, toda vez que entonces será una unidad menos eficaz en la lucha y en peligro de ser derrotada. De esta manera, el mantenimiento de la disciplina se convierte en un elemento de supervivencia, y al soldado apenas le deja otra opción que la de obedecer. (págs. 168-169)

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Documental Los Fantasmas de My Lai

Carnicería de My Lai, Vietnam. Entrevista publicada en el New York Times, 25 Nov 1969, incluida en el libro. (la he resumido)

R. ...nos dirigimos a la aldea y comenzamos a revisarla de arriba abajo y a reunir a la gente y a pasar por el centro de la aldea.
P. ¿A cuántas personas reunisteis?
R. Unas cuarenta o cincuenta personas, que reunimos en el centro de la aldea... Era como una pequeña isla...
P. ¿Qué tipo de gente? ¿Hombres, mujeres, niños?
R. Hombres, mujeres, niños.
P. ¿Hasta niños de pecho?
R. También niños de pecho.. Y entonces las amontonamos. Y las hicimos ponerse de cuclillas... comencé yo a disparar y tiré unos cuatro cargadores sobre el grupo.
P. ¿Hombres, mujeres y niños?
R. Hombres, mujeres y niños.
P. ¿También niño de pecho?
R. También... comenzamos a agrupar a más, y teníamos a unas siete u ocho personas, y las íbamos a echar a la choza, y, bueno, las metimos en la choza y arrojamos a donde ellas una granada de mano. Y alguien había hecho un hoyo en el barranco, y nos dijo que lo llevásemos al barranco. Y entonces los cogimos, lo sacamos de nuevo y lo llevamos allí, y ya para entonces, los teníamos ya agrupados y podría haber como unas setenta o stenta y cinco personas agrupadas. Y entonces echamos de nuevo bombas entre ellas, y el teniente Calley me dijo: "venga, que tenemos otras cosas que hacer". Y nos fuimos a donde estaba la gente, y comenzó a empujarlos y comenzó luego tirar sobre ellos.
P. ¿Comenzó a echarlos al barranco?
R. Si al barranco. Era de hecho un agujero, una zanja. Y comenzamos a empujarles a la zanja y a disparar sobre ellos.
P. De nuevo, ¿hombres mujeres y niños?
R. Hombres mujeres y niños.
P. ¿También niños de pecho?
R. También niños de pecho...
P. Uf... ¿Cómo puede Vd. disparar sobre niños de pecho?
R. ¿Que sé yo? Es una de esas cosas.
P. ¿Cuántas personas cree usted que fueron matadas ese día?
R. Yo diría unas trescientas setenta. (págs. 170-172)

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Todo individuo posee una conciencia que en mayor o menor grado le ayuda a frenar el flujo de impulsos destructores de otra persona. Pero cuando dejas desaparecer su personalidad en una estructura organizativa, una nueva criatura reemplaza al hombre autónomo, sin las trabas de la moralidad individual, libre de toda inhibición humana, atenta únicamente a las sanciones de la autoridad. (pág. 174)

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La civilización consiste, ante todo, en una falta de disposición a infligir sufrimientos innecesarios. Dentro del ámbito de esta definición, quienes aceptan sin más las órdenes de la autoridad no pueden pretender seguir siendo personas civilizadas. (pág. 175)

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... la sicología social de nuestro siglo nos revela una lección fundamental: no pocas veces no es tanto el tipo de persona que es un hombre en concreto, cuanto más bien el tipo de situación en el que se encuentra, el que determinar cómo va a actuar. (pág. 194)

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Extracto de la Película mostrando como nos afecta la influencia ejercida por los demás

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